Cuando tenías 20, probablemente había un montón de cosas que querías hacer antes de los 30, y seguramente creías que la gente de esa edad eres bastante vieja. Sin embargo, la verdad es que no te sientes como si tuvieras 30 años a pesar de que el día de tu cumpleaños ha llegado… pero hay cosas que cambian.
Las resacas se convierten en algo real
Cuando tienes 20 años, te jactabas por no tener resacas. Incluso podías continuar bebiendo al día siguiente. Di adiós a esos días porque las resacas se volverán una verdadera tortura y durarán como dos días. La tortura incluye náuseas, dolores de cabeza y la famosa frase “Estoy demasiado vieja para esta mierd…”
Sin embargo, el lado brillante es que finalmente podrás disfrutar de las bebidas, especialmente el vino, y aprenderás que emborracharte un poco te hará más feliz.
Las noches salvajes se convierten en noches de adentro.
Como aprendiste a disfrutar del buen vino y a tener el dinero para disfrutar de bebidas caras en vez de las baratas, comienzas a no tolerar tan bien a las personas que gritan, beben demasiado y continúan con la fiesta hasta el día siguiente. Los lugares con mucha gente, en donde el mayor desafío es llegar al bar para ordenar las bebidas, son reemplazadas con una noche con tu compañero o amigos, bebiendo vino, teniendo una cena tranquila y mirando películas.
Algunos domingos también significan pasar tiempo mirando una buena película o leyendo
un buen libro y sólo estar cómodo en la cama.
Ya no puedes comerte de todo
Antes, podías comer en cualquier momento del día, donde quisieras y no ganar ni un gramo. Ahora, todo lo que metes en tu cuerpo se demostrará. Ganar peso se convierte en algo más fácil como tener celulitis. Así que, necesitas comenzar a ejercitar y comer más sano (lo que no significa no comerse una buena hamburguesa a las 2 a.m.).
Tu metabolismo y el sistema digestivo puede que comiencen a fallarte, pero comer sano y ejercitarse puede complementarlo.
Arrugas y arrugas por todos lados.
Nunca te has interesado en las arrugas hasta que viste las primeras. Ellas no te hacen más fea e incluso puede que nadie las vea. El problema principal con las arrugas es que son una prueba de que estás envejeciendo y no puedes detener el tiempo.
Las arrugas verdaderas llegan mucho más tarde, pero cuando ocurren ya no te importará o no serán tan importantes. Sin embargo, las arrugas son la primera señal de que te convertiste en adulta, y no hay razón para estar triste o asustada, porque es mucho mejor de lo que crees.
Las canas comienzan a aparecer.
En tus veintes, había algunos cabellos grises, pero podías simplemente taparlos y el problema estaba resuelto. Sin embargo, cuando cumples los 30, esas canas comienzan a trabajar para ocupar toda la cabeza (Ocultarlas ya no es una opción).
Desde que tienes un trabajo, puedes permitirte un peinado caro y profesional que creará la perfecta alfombra roja para ti (y asegúrate que el color de tu cabello esté al día).
Comienzas a organizar eventos por adelantado.
Hasta hace poco, tu lema sobre los eventos era “sigue la corriente”, y planear era básicamente twitear o una actualización en el Facebook sobre el evento. La fórmula que 
usabas era: comprar las bebidas, algo de comida, el lugar no importa ni quién aparece. Sin embargo, esos días están en el pasado.
Ahora si quieres organizar algo, haces un montón de planificaciones cuidadosas y te aseguras de que habrá distintos tipos de bebidas, comidas extraordinarias, y en vez de los tweets, realmente te esfuerzas en hacer invitaciones. Cuando eras joven, no podías entender por qué la gente hacía semejante escándalo en las organizaciones de la boda. Ahora, no sólo planeas cada detalle de tu boda, sino que también apilas un montón de revistas y websites.
Tus noticias están llenas de fotos de bebés… y te encanta.
Probablemente no puedas decirme en qué momento exacto comenzaron a aparecer en tus noticias de las redes sociales, o cuando se cambiaron las fotos de fiestas y encuentros a fiestas de bebés, nacimientos o embarazos, pero en realidad no te molesta. Puede que te quejes de eso o incluso que hagas algunos comentarios sarcásticos, pero muy en el fondo realmente crees que son lindas fotos.
No te ofendes tan fácilmente.
Siempre fuiste confiada, pero estabas algo perdida en la vida caótica (y todo el proceso de encontrar un trabajo que te gustara y descubrir con quién o dónde quieres estar). Para cuando cumplas los 30, seguramente aún no has descubierto todo lo que deseas, pero al menos sabes lo que quieres y cómo conseguirlo.
A tus veinte, te enojabas por cualquier comentario en las redes sociales, pero ahora realmente no te interesa nada de todo eso. No tienes tiempo para las cosas negativas y poco importantes. Ese es el por qué no te ofendes fácilmente y sabes cómo detenerte a ti misma.
Tienes un círculo pequeño de verdaderos amigos.
Salir con 10 amigos es una cosa del pasado, y no toleras estar cerca de personas que te molestan. Finalmente aprendes a apreciar esos pocos amigos reales que tienes y que te aman incondicionalmente. La verdadera felicidad es tener algunos amigos con quienes compartir todo, en vez de perder el tiempo con personas tóxicas o esa gente que sólo te chupan la energía sin dejarte nada. Tu mejor amigo es esa persona con la que quieres pasar el resto de tu vida.
Viajas mejor.
Basta de hoteles baratos o cuartos compartidos con varias personas, di adiós a dormir en el auto porque te fuiste a un viaje sin planear. En tus treinta, puedes ofrecerte una linda habitación, comer en restaurantes y viajar con estilo.
Incluso, viajar se ha expandido más allá del viaje en sí a destinos especiales. Ahora, viajar incluye pequeños fines de semana a lugares donde puedas recargar energías.
El amor y el sexo son mejores.
Puede que hayas encontrado al indicado o que aún estés buscando, pero una cosa es certera: encontraste la persona que realmente te hace feliz. El amor se convierte en la única cosa que te mantiene rodando y te inspira a hacer más.
Por supuesto, tu vida sexual es también mucho mejor a los treinta, ya que finalmente 
aprendiste a amar tu cuerpo y lo que te gusta, lo cual te hace más confiada alrededor de tu pareja.
Después de todo, si ponemos los cambios a un lado, tener 30 es asombroso. No hay mejor momento en la experiencia de la vida. No tengas miedo (las cosas sólo se pondrán mejor).
“Inspiraré a la gente que me rodea haciendo todo lo que pueda, aunque sea una pequeña cosa”.
cosasdemujeresweb 